Bendito
seas
en tu
proximidad candente
que
enciende la alcoba blanca.
En la
longitud del deseo que abarca la noche.
En el ángel que te guía
a mis puntos cardinales
(todos).
Te
disuelves en el beso
que abre las
puertas
del pretérito
y futuro(consensuado).
Bendito
cuando derrites
el susurro
de estrella.
Cuando tus manos
llueven caricias
desde el
hueco de mi ombligo
hacia el
pubis florecido.
Cuando agonizas
en mis planicies
la pasión en
espera.
Cuando
erizas la piel de la noche
y te
des-haces en nube sobre mis párpados.
Cuando me provocas
deliberadamente
y la
efervescencia de mis sentidos te exhala.
Benditos,
cuando confluimos
estrepitosamente
en el huracán
de deseos
y el
encuentro de los labios
es el
milagro del instante.