La mirada se pierde en el horizonte.
Divaga.
Fantasea con el reencuentro.
Ansiedad en la piel que se enciende
evocando los instantes de locura.
Mi boca esboza una sonrisa
embebida en el placer que se aproxima.
Para hacer frente a los demonios me traigo a la gente que
amo...bien cerquita...porque cuando estamos rodeados de amor...todo es más
sencillo...y a veces....esos " demonios" , en verdad , pierden fuerza
frente a las luces de amor que nos rodean.
Amigos...
que en nuestra vida
siempre ...
siempre....
tengamos rayos de luz
que nos hagan ver y seguir
el camino correcto
aún cuando los demonios nos atormenten.