Soy el destino de tu boca
adentrándose en mis estaciones…
de la humedad de tus labios
que evapora
lo descarnado del mundo.
Entre mis piernas
tu lengua sutil
quiebra la noche.
Estrellas en los vientres
y una perpetuidad de orgasmos
danzan en lo azul.
El amanecer nos abraza
renacidos bajo el sol
del principio y fin de los tiempos.