sábado, 17 de julio de 2021

Voy por ti.

 

 

Para seducirte esta noche,

           /en que tu cuerpo lo pide a gritos/

dejo caer mis ataduras

que escandalosamente

                                         / frente a ti/

se tornan vanas

                          como iglesias sin fieles.

 

En la quietud nos dejamos vencer

por la liviana osadía del instante

 y a este amor terrestre

                                   /volátil y florecido/

lo sobrevuelan mariposas.

 

Entre las sabanas nos reconocemos

             en la armoniosa obscenidad

                                 de nuestros lenguajes,

 en un despertar de bocas,

en un ir y venir oscilante,

bebiéndonos las sombras

de las esquinas y cicatrices,

 hasta quedar allí, tendidos

contemplando el éxtasis de las amapolas

en la deslumbrante partitura del cielo.