Fusion

 

En la aparente quietud de la siesta

viajas al interior de mis muslos.

Se estremece la tarde

cuando la húmeda longitud de tus dedos me recorre.

Tu lengua infinita  de sol

inicia el viaje pos mis vértices

 delineando el deseo.

( Entra y sale de mí,

                                  me devora.)

Contorsiono en una sucesión de orgasmos a perpetuidad.

Danzo en cámara lenta

embriagada de aromas.

                                                (Tan nuestros)

Subes / bajas,

al tiempo que nuestros labios

se conjugan en el mismo verso.

Piden…suplican..

El misterio de la entrega es una flor

copulando entre los dedos.